Han pasado ya ocho años desde que el entonces Obispo de la Diócesis de Hamilton, Mons. Anthony Tonnos, decidió establecer la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe.
Ese día se hizo realidad un sueño que había comenzado muchos años atrás, más de 25, cuando se comenzó a formar la comunidad católica de los inmigrantes de habla española.
El 25 de marzo de 2009 marcó un gran paso para la historia de los creyentes de habla hispana presentes en el área de Kitchener – Waterloo – Cambridge. Ese día, la Diócesis de Hamilton les otorgó una casa permanente para encontrarse y encontrar juntos a Dios.
¿Por qué Guadalupe? Santa María de Guadalupe es nuestra Madre común. Jesús le confío a Ella el cuidado y la conservación de la fe en nuestras tierras. Para una cultura donde la madre es tan importante, Dios nos regaló a su Madre para que fuera la nuestra, la Reina y Patrona de todos los pueblos latinoamericanos.
El Papa Juan XXIII lo expresó así:
“Ahí tienen a María de Guadalupe, la Madre común, la que en la persona del discípulo amado nos fue donada como Madre espiritual por Cristo mismo en la cruz.
¡Salve, Madre de América! Celestial Misionera del nuevo Mundo, que desde el Santuario del Tepeyac has sido, durante más de cuatro siglos, Madre y Maestra en la fe de los pueblos de América. Sé también su refugio y sálvalos, Inmaculada María. Conserva siempre en ellos la fe que han recibido”.